El enviado de Donald Trump para Medio Oriente se reunió con el primer ministro de Israel en un esfuerzo por asegurar un acuerdo de alto el fuego en Gaza antes de que el presidente electo asuma el cargo el 20 de enero.
La oficina de Benjamin Netanyahu confirmó los detalles de la reunión con Steve Witkoff el sábado y añadió que el jefe de la agencia de inteligencia israelí Mossad ha sido enviado a Qatar para “avanzar” en las conversaciones.
No quedó inmediatamente claro cuándo viajaría David Barnea a Doha para la última ronda de conversaciones indirectas entre Israel y Hamás.
Más temprano el sábado, un funcionario israelí dijo que se habían logrado algunos avances, con la mediación de Egipto, Qatar y Estados Unidos, para llegar a un acuerdo en Gaza.
Los mediadores están renovando sus esfuerzos para detener los combates en Gaza y liberar a los rehenes israelíes restantes retenidos allí antes de que Trump asuma el cargo.
Un acuerdo también implicaría la liberación de algunos prisioneros palestinos retenidos en cárceles israelíes.
Las familias de los rehenes israelíes acogieron con agrado la decisión de Netanyahu de enviar a los funcionarios, y la sede del Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas la describió como una “oportunidad histórica”.
Witkoff llegó a Doha el viernes y se reunió con el primer ministro de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar.
Los mediadores egipcios y qataríes recibieron garantías de Witkoff de que Estados Unidos continuaría trabajando para llegar a un acuerdo justo para poner fin pronto a la guerra, dijeron fuentes de seguridad egipcias, aunque no se dieron a conocer más detalles.
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Israel lanzó su ataque contra Gaza después de que combatientes de Hamás irrumpieran en sus fronteras en octubre de 2023, matando a 1.200 personas y tomando más de 250 rehenes, según cifras israelíes.
Las familias de los aproximadamente 100 rehenes que aún se encuentran retenidos en Gaza están presionando a Netanyahu para que llegue a un acuerdo para traer a sus seres queridos a casa.
Desde entonces, más de 46.000 personas han muerto en Gaza, según funcionarios de salud palestinos, con gran parte del área destruida y afectada por una disaster humanitaria, con la mayor parte de su población desplazada.
