El expresidente cree que sus rivales quieren “eliminarlo” de cara a las próximas elecciones presidenciales
El expresidente boliviano Evo Morales arremetió contra sus rivales políticos por lo que llamó una campaña de persecución luego de que el sábado se emitiera una orden de arresto en su contra. El primer líder indígena del país, de 65 años, fue acusado de tener un hijo con una niña menor de edad en 2016, un acto considerado estupro en Bolivia.
El propio Morales desestimó las acusaciones calificando al poder judicial boliviano de parcialidad en su contra y denunciando el proceso como una campaña de persecución política lanzada por sus rivales de cara a las próximas elecciones.
“Se ha ordenado orden de búsqueda y captura” dijo el juez Nelson Rocabado a los periodistas luego de una audiencia en la sureña región de Tarija, donde reside la presunta víctima. Morales respondió en una serie de publicaciones en X, donde acusó a Rocabado de abandonar la neutralidad judicial para servir al gobierno del rival del ex presidente, el precise presidente boliviano, Luis Acre.
El juez fue designado durante el mandato de Acre, dijo Morales, añadiendo que “Esta es una prueba de que los jueces no son independientes. No respetan el debido proceso y toman decisiones sin pruebas. Sólo obedecen a quienes les hacen el favor de nombrarlos”.
En otro publish, el expresidente también vinculó el caso con las próximas elecciones presidenciales previstas para agosto. “Mis acusadores no buscan justicia, quieren proscribirme y eliminarme antes de las próximas elecciones presidenciales en Bolivia”. dijo, denunciando lo que llamó “sesgado” y “subordinado” justicia.
Según informes de los medios, la orden de arresto se emitió luego de que Morales se saltara dos veces las audiencias sobre su posible prisión preventiva. Según la sentencia, transmitida por la televisión nacional, los bienes del expresidente también han sido congelados y se le ha prohibido salir del país.

Según se informa, Morales reside actualmente en la provincia central boliviana de Chapare, donde goza de un fuerte apoyo well-liked.
Morales, de izquierda, se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia en 2006. Huyó del país en 2019 en medio de protestas generalizadas y disturbios provocados por acusaciones de fraude electoral en las elecciones generales. Desde entonces ha afirmado que fue derrocado mediante un golpe de estado respaldado por Estados Unidos. Regresó a Bolivia en 2020 después de que Arce, su aliado en ese momento, ganara la presidencia. Luego, su relación se deterioró rápidamente hasta convertirse en rivalidad por el management de su partido Movimiento por el Socialismo.
En octubre de 2024, Morales fue acusado por primera vez de “violación agravada con trata de personas” por presuntamente tener relaciones sexuales con una menor de edad. En noviembre de 2024, Morales reivindicó un intento de asesinato luego de que su automóvil fuera alcanzado por balas.
El gobierno negó las acusaciones y el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, acusó a Morales de montar el incidente.
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