Chrystia Freeland dijo que Canadá debe mantener seca su “pólvora fiscal” ante una posible guerra arancelaria con Estados Unidos.
La ministra de Finanzas canadiense, Chrystia Freeland, renunció el lunes al gabinete de Justin Trudeau y entregó una mordaz carta en la que criticaba al primer ministro por su manejo de la política económica y su enfoque en “trucos políticos costosos” en medio de las inminentes amenazas arancelarias de Estados Unidos.
En su carta de renuncia, Freeland afirmó que ella y Trudeau se habían encontrado en desacuerdo sobre el mejor camino a seguir para Canadá, particularmente a la luz de la administración entrante en los Estados Unidos bajo el presidente electo Donald Trump. Trump ha amenazado con imponer un arancel del 25% a todos los productos que ingresen a Estados Unidos desde Canadá y México.
“Necesitamos tomarnos esa amenaza muy en serio”, Freeland escribió. “Eso significa mantener nuestra pólvora fiscal seca hoy, de modo que tengamos las reservas que podamos necesitar para una próxima guerra arancelaria. Eso significa evitar costosos trucos políticos, que no podemos permitirnos y que hacen que los canadienses duden de que reconozcamos la gravedad del momento”.
La carta destacó las preocupaciones de Freeland sobre las políticas recientes del gobierno, incluida la propuesta de Trudeau de una exención de impuestos sobre las ventas de dos meses y cheques de 175 dólares para aproximadamente la mitad de los canadienses, que ella consideró medidas inasequibles.
“Este es un momento de grave desafío”, Freeland escribió. “Los canadienses saben cuándo trabajamos para ellos y también saben cuándo nos concentramos en nosotros mismos”.
Freeland, quien también sirvió como viceprimer ministro, tenía previsto presentar la declaración económica de otoño el lunes por la tarde. En cambio, Karina Gould, líder del Gobierno en la Cámara de los Comunes, presentó el documento que revela que el déficit fiscal de Canadá para el año ascendió a 43.450 millones de dólares, aproximadamente un 50% más de lo proyectado.
Trudeau nombró a Dominic LeBlanc, un viejo aliado y precise ministro de Seguridad Pública, para reemplazar a Freeland. LeBlanc prestó juramento ese mismo día y enfatizó el enfoque del gobierno en abordar el costo de vida y encontrar puntos en común con Trump.
“No ha sido un día fácil” Trudeau se lo dijo a una sala de partidarios del partido, pero no proporcionó detalles sobre sus planes para el futuro.
Freeland, quien ha desempeñado varios cargos en el gobierno liberal desde 2013, expresó su gratitud por la oportunidad de servir y afirmó que continuaría trabajando con sus colegas como miembro liberal del Parlamento. También anunció su intención de presentarse nuevamente a su escaño en Toronto en las próximas elecciones federales, que deberán celebrarse antes de octubre de 2025.
La renuncia llega en un momento crítico para Trudeau, cuya popularidad ha disminuido debido a las preocupaciones sobre la inflación y la inmigración. El primer ministro enfrenta crecientes llamados para que renuncie tanto de los partidos de la oposición como de algunos miembros de su propio partido, que dicen que no quieren que se postule para un cuarto mandato.
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