Canoo, startup de vehículos eléctricos en dificultades dice ha despedido a 82 empleados y está paralizando su fábrica en Oklahoma mientras busca el capital necesario para sobrevivir. La compañía afirma que está en “discusiones avanzadas con varias fuentes de capital” para recaudar fondos de emergencia.
El anuncio se produce apenas unos días después de que James Chen, miembro de la junta directiva, dimitiera, y aproximadamente un mes después de que la empresa viera partir a su director financiero y a su abogado principal. Canoo también enfrenta múltiples demandas de proveedores por supuestos pagos atrasados.
Las nuevas licencias ponen fin a lo que ha sido un año difícil para la startup. La compañía ha pasado por múltiples rondas de despidos y licencias, y cerró la oficina de Los Ángeles que solía ser su sede. El director de tecnología de Canoo se fue en agosto y todos los fundadores de la empresa ya no están. Mientras tanto, se ha mantenido a flote gracias a los préstamos de la empresa de riesgo dirigida por su director ejecutivo, Tony Aquila.
No está claro qué estaba fabricando Canoo en sus instalaciones de Oklahoma antes de decidir suspender las operaciones allí. Hasta ahora, la compañía ha entregado camionetas eléctricas a la NASA, USPS, Walmart y el Departamento de Defensa para que las prueben. Pero ha fracasado en sus ambiciones más amplias de aumentar la fabricación para otros clientes comerciales.
En una declaración sin firmar, Canoo dijo: “Lamentamos tener que suspender a nuestros empleados, especialmente durante las vacaciones, pero no tenemos otra opción en este momento. Tenemos la esperanza de poder hacer que vuelvan a trabajar pronto”. Aquila no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
