A pesar del cambio hacia el control estatal por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, sigue habiendo un gran interés privado e internacional en desarrollar los recursos de petróleo y gas natural en México, dijeron panelistas durante un foro de energía e infraestructura el 14 y 15 de mayo. Sin embargo, si México volviera a abrir esos recursos a inversores privados, tendría que ser bajo circunstancias diferentes, señalaron.
Según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), poco más del 10% de las reservas de México se han abierto a la industria privada. El resto está en manos de Pemex o no ha sido asignado, muestran los datos.
Los recursos están ahí, pero podrían ser más costosos de alcanzar, ya que el gobierno bajo López Obrador ya ha explotado sus depósitos en aguas someras y en tierra firme, los llamados “frutos bajos”, dijo Díaz Ibarra.
Alma América Porres Luna, una consultora independiente que sirvió dos periodos como comisionada de la CNH bajo López Obrador y su predecesor, Enrique Peña Nieto, dijo que actualmente las empresas están pujando por bloques en aguas profundas del Golfo de México del lado estadounidense con gran interés.
“Si el área de aguas profundas se abriera en México, algunas miradas podrían volverse hacia esa dirección”, dijo Porres Luna.
Oscar Roldán, director de petróleo y gas en R9 Holdings, un pequeño operador de gas en México, dijo que todavía hay mucho potencial en México y que su empresa está dispuesta a quedarse esperando que se abran más oportunidades.
“En México, las técnicas de recuperación secundaria prácticamente nunca se han aplicado, excepto para la inyección de agua y nitrógeno”, dijo Roldán, añadiendo que la cantidad de recursos es enorme.
¿Cambios en las políticas energéticas?
Sin embargo, los panelistas señalaron que la credibilidad que México ha perdido en los últimos años debido a los cambios en las políticas energéticas del país será difícil de recuperar y que los altos impuestos y regalías al gobierno sobre la producción tendrían que reducirse.
Pemex no puede realizar todas las inversiones necesarias para desarrollar la industria petrolera y gasífera de México por sí sola, pero tampoco pueden los operadores privados bajo las condiciones actuales, dijo Roldán.
“El objetivo de Hacienda nunca fue incentivar la exploración y producción, se los puedo decir porque solía trabajar ahí”, dijo, señalando que los contratos de gas pagan en promedio el 40% de los ingresos en regalías, en comparación con solo el 10% en Estados Unidos.
México está compitiendo con otros grandes jugadores en la región, como Colombia, Argentina, Guyana y Brasil, que tienen recursos que atraen inversiones, dijo Porres Luna. Y el vecino del norte de México, Estados Unidos, es el mayor productor de gas de esquisto del mundo, añadió.
“Pensamos que podemos cerrar un día y luego las empresas vendrán corriendo cuando reabramos porque tenemos los recursos, y ese no es el caso”, dijo Porres Luna.
Aunque la administración de López Obrador no pudo cambiar la Constitución para deshacer la liberalización del sector energético de México en 2013, gracias a un fallo de la suprema corte en contra de ese esfuerzo, canceló las rondas de aguas arriba que otorgaron los primeros contratos privados en el país en más de siete décadas.